Cuando la necesidad infantil de amor no es satisfecha en la medida necesaria, ocurre algo trágico: el niño comienza a perder su receptividad natural para el amor. En términos ideales, esa receptividad natural se va expandiendo a medida que su necesidad de amor es satisfecha, del mismo modo como su cuerpo crece a medida que son satisfechas sus necesidades alimentarias. Y al mismo tiempo que crece la capacidad del niño para recibir amor, también crece su capacidad de dar amor. Pero cuando el niño no recibe bastante amor, su receptividad natural disminuye
Si bien nos fueron necesarios para sobrevivir en la infancia y en la adolescencia, en la edad adulta debemos liberarnos de ellos para poder desarrollarnos y recibir amor.
LOS ORÍGENES INFANTILES DE LOS BLOQUEOS AFECTIVOS Dado que todos deseamos ser amados, es obvio que nadie genera un bloqueo afectivo por elección consciente. Nuestros bloqueos afectivos son inconscientes y en su origen es probable que haya una razón que los justifique. Suelen nacer como una manera de protegernos contra alguna experiencia anterior que nos produjo miedo y confusión, una experiencia tan difícil y dolorosa que nuestra frágil psiquis no pudo manejarla.
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